miércoles, 25 de mayo de 2011

Modelo Productivo.... seguro?

Para leer todo... con este articulo ves en cifras y ejemplos... como se miente y 
como el comun de la gente "compra" que este es un modelo nacional y popular
cuando en realidad todo lo que hizo fue estabilizar y fijar la misma situacion de concentracion de riqueza y niveles de pobreza que en 1995... pero con la mayor economia de los ultimos 100 años


En la Argentina se baten récords de ventas de LCD, celulares y notebooks: ¿pero quién es el que realmente festeja? 



La industria nacional está de parabienes. El consumo de electrónica está a “full”, el Gobierno busca que la competencia importada no le haga sombra y la clase media sigue de shopping. Pero esta es sólo una cara de la moneda. La otra muestra un “Made in Argentina” que no puede abastecerse por sí solo 



 

Una de las palabras a las que más hacen referencia los funcionarios nacionales en sus discursos es "reindustrialización".

Si bien ya son doce años los que separan a la actualidad de la controvertida década de los noventa, desde el Gobierno K siempre se marca esa dicotomía entre este modelo "pro industria" y el que imperaba en el pasado, cuando proteger era una mala palabra y los productos nacionales debían competir de igual a igual con los importados.

Y una de las banderas que más flamean en alto hoy en día, a la hora de hablar del "proceso de reindustrialización", es la de Tierra del Fuego.

Luego de un largo período en el olvido, con galpones vacíos y miles de puestos de trabajo perdidos, en 2009 el Ejecutivo volvió a impulsar el sueño de fabricar tecnología en el sur del país. Y lo hizo a través de la iniciativa conocida como "Impuestazo tecnológico", que benefició a los fabricantes locales mediante beneficios impositivos, a la vez que pasó a castigar a los artículos importados con mayores tributos.

Y a casi un año y medio de la sanción de esa ley, el sector electrónico en Tierra del Fuego ya tiene proyectos de inversión por 370 millones de dólares hasta el 2014.

En este contexto, el Gobierno muestra con orgullo los siguientes resultados:

• Gracias a esta norma se multiplicó por 100 la producción de monitores de LCD.

• La cantidad de celulares que salen de las plantas fueguinas se expandió 12 veces.

• Se duplicaron los aparatos de televisión y de DVD.

• Se incorporaron nuevos productos de los que no había fabricación nacional, como GPS y cámaras digitales.

• Se generaron casi 3.000 puestos de trabajo.

Como una prueba más de los resultados obtenidos, desde el Gobierno aseguran que con la producción en Tierra del Fuego hoy se abastece más de la mitad del mercado local de electrónica, mientras que antes de la ley la producción alcanzaba apenas al 4%.

Sin embargo, el hecho de que más del 50% de los artículos que se encuentran en shoppings y demás comercios lleven con orgullo el sello "Industria Argentina", para los expertos, se trata de un punto por demás discutible.

Tal como ha venido destacando iProfesional.com, las inversiones en Tierra del Fuego en el terreno de la electrónica todavía no se tradujeron en una fabricación genuina de componentes argentinos, sino que gran parte de la cadena productiva se limita a un mero ensamblado.

Al respecto, Claudio Krämer, gerente de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas (Cadieel) -una de las entidades que desde el primer día de la sanción de la ley viene reclamando una mayor integración de partes y piezas nacionales en estos productos-, aseguró que "hasta el momento, en promedio, el componente local en estos artículos solamente llega al 10%. El 90% restante todavía es importado".

Esto genera que el ingreso de partes y piezas desde el exterior para el ensamblado de artículos electrónicos haya alcanzado un nuevo récord histórico durante el primer cuatrimestre, en relación a los registros de años anteriores.

Y este boom de compras de componentes, mayormente de Asia, es uno de los tantos "ingredientes" que explica el descenso del superávit comercial de casi el 40 por ciento que se dio durante el mes de abril.


Celulares: ¿gana Asia o la Argentina?
El negocio de los celulares suele presentarse como una de las pruebas de que esta "epopeya" que se lleva adelante en el sur del país está dando resultados realmente satisfactorios.

En 2010, sólo en celulares, la producción aumentó 1.200%, tras haber alcanzado los 5,5 millones de equipos. Y este año el objetivo es llegar a los 8 millones, en un mercado donde se comercializan cerca de 12 millones de unidades.

En la isla está instalada la empresa Nokia que, a través de un acuerdo con la firma IATEC, produce equipos para Claro, MoviStar, Personal, Frávega y Megatone. También está la asiática Brightstar, que ensambla para Samsung, LG y Motorola.

A estas compañías se sumará Garbarino, que a partir de junio comenzará a producir 50.000 equipos por mes.

El dato que destacan desde el Gobierno es que en 2008 la totalidad de los celulares llegaban terminados desde el exterior y que ahora la "industria nacional" provee cerca de la mitad.

Pero, ¿qué tan "argentina" es esa producción?

Según datos de la consultora Abeceb.com, durante el primer cuatrimestre del año las importaciones de celulares terminados superaron los u$s540 millones, lo que implicó un alza del 71% con respecto al mismo período de 2010.

Sin embargo, lo que realmente "explotó" fue la compra en el exterior de componentes para ensamblar estos equipos: entre enero y abril la Argentina adquirió partes y piezas por cerca de u$s700 millones, nada más y nada menos que un 331% más que en 2010, tal como se observa en el siguiente cuadro:
 

 

Esto pone de manifiesto que aquellas divisas que no salen por la compra de celulares listos para usar, terminan "fugándose" vía importación de piezas.

Al respecto, Krämer destacó que, en celulares, la industria local a lo sumo provee fuentes de alimentación y cables.

El resto, y lo más caro, sigue siendo importado: carcasas, pantallas y chips, sólo por citar algunos ítems de un largo listado que, en su mayoría, son provistos por países asiáticos.


Notebooks y netbooks, un boom relativo
El Gobierno ya tiene en su poder 17 proyectos presentados por empresas radicadas en Tierra del Fuego para producir un cupo máximo de 6.900.000 notebooks y netbooks al año.

De ese total, 9 proyectos ya están aprobados, lo que implicará una inversión de más de 230 millones de pesos, mientras que el resto está siendo analizado por el Ministerio de Industria.

A estas iniciativas también se le sumarán en breve las de las cadenas de retail Frávega y Garbarino, que anunciaron que comenzarán a producir en la isla unas 100.000 tablets.

En este contexto, a pesar de las mayores trabas que tienen hoy las computadoras terminadas para ingresar al país, las importaciones de equipos listos para usar crecieron un 186% durante el primer cuatrimestre del año.

Sin embargo, gracias al impulso que recibieron las empresas instaladas en el sur del país, las compras de componentes fronteras afuera para el posterior armado local se disparó un 550%, alcanzando una cifra récord.
 

 

El punto es que los productores locales, para acceder a los beneficios del Régimen Promocional -apropiación del IVA y 100% de exención en el impuesto a las Ganancias- sólo deben realizar el montaje de la motherboard y tener, al menos, el 50% de la memoria RAM de origen nacional. El resto puede ser todo importado.

Por el momento, hay una sola empresa que pudo desarrollar una placa madre que se fabrica íntegramente en el país, que es BGH. Dicha planta alcanzará un nivel de producción, en una etapa inicial, de 30.000 unidades al mes.

Krämer destacó que "se están dando avances en la integración. Además, contamos con el apoyo del Gobierno para que las empresas instaladas en Tierra del Fuego compren más insumos nacionales. Vemos que hay muy buena voluntad en ese sentido. Lo negativo es que es un proceso muy lento y lleva mucho tiempo".

De este modo, "mientras siga el boom de consumo, sin dudas van a continuar aumentando las importaciones de componentes", disparó el directivo.


Ensamblar localmente no es más barato
El objetivo de la ley que fomenta la producción en Tierra del Fuego es encarecer el producto que entra terminado frente a los de producción nacional.

Según Raúl Ochoa, ex subsecretario de Comercio Internacional, esto genera que "los artículos que se importan listos para la venta terminen pagando, entre impuestos y aranceles, un 30% sobre su valor, mientras que los ensamblados localmente tienen toda una serie de beneficios impositivos".

Sin embargo, tal como destacó el experto, "la diferencia tributaria a favor de Tierra del Fuego es para compensar los enormes sobrecostos logísticos y de mano de obra locales frente a los de Asia".

En la misma línea, desde la consultora Abeceb explicaron que "si bien hay muchas ventajas impositivas para la producción nacional, los costos del transporte y de mano de obra las van eliminando. De hecho, la Argentina ya tiene valores bastante más altos en electrónica con respecto al resto de la región".

Sucede que, mientras que el producto que llega al país empaquetado y listo para la venta lo hace sin escalas -China-Buenos Aires-, aquél que sale para la venta desde Tierra del Fuego antes debió pasar por un engorroso y complejo proceso logístico con miles de kilómetros y varias semanas encima.

Un contenedor cargado de componentes para producir LCD en el país, por ejemplo, una vez que llega al puerto de Buenos Aires desde China, es cargado en buques feeders -naves más pequeñas-.

De allí es enviado al puerto de Tierra del Fuego, donde la infraestructura logística no está lo suficientemente preparada para absorber este enorme crecimiento de los flujos de carga.

Una vez arribado a esa provincia, ese contenedor -como sucede con el 70% de los embarques-, debe realizar un complicado viaje en camión, de 200 kilómetros, hasta Río Grande, donde se encuentra emplazada la mayor cantidad de plantas de ensamble.

Una vez que sale el producto terminado, el contenedor, ahora cargado con LCD listos para la venta, realiza el trayecto hacia Buenos Aires en camión. Así, todo el proceso logístico puede demorar más de un mes en ser completado.

El problema es que, tal como explicaron desde Cadieel, "enviar un contenedor de 40 pies desde China a Buenos Aires cuesta lo mismo o menos que hacerlo de Tierra del Fuego hasta acá", a lo que luego habrá que sumar el trayecto en feeder y el costo del transporte dentro de la isla.


El gigante que pide pista
Paralelamente a los esfuerzos realizados por la Argentina, Brasil también tiene puesto su objetivo en el fomento de la industria electrónica.

Sin embargo, la diferencia es que ese país apunta a reducir costos para convertirse en una plataforma exportadora y no quedarse sólo con el mercado doméstico.

En este sentido, la administración de Dilma Rousseff, aplicó una fuerte rebaja fiscal a los fabricantes de "tabletas", lo que permitirá, según destacaron funcionarios, que el costo de las mismas "en Brasil sea igual a las fabricadas en Asia".

Con este tipo de medidas, el ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, aseguró que se convertirán en un país "atractivo" como plataforma para la exportación.

A diferencia de la Argentina, el gobierno vecino exige a las empresas del sector que pretendan acceder a los beneficios que al menos un 20% de los componentes sean nacionales.

Sin embargo, en el corto plazo apuntan a una producción local genuina. Al respecto, Foxconn, la fabricante del iPad en China, anunció que levantará una nueva planta en Brasil para producir la mayoría de los componentes en ese territorio.

¿Cuál es la diferencia entonces entre el proceso que inicia esta compañía asiática en Brasil frente a lo que se está haciendo en Tierra del Fuego? Que Foxconn, para poder realmente fabricar y no realizar un mero ensamble, está decidida a invertir 12.000 millones de dólares en los próximos cinco años.

Esta cifra, que realizará esta única empresa, es 30 veces superior a la totalidad de los desembolsos que están pautados en el polo argentino por una veintena de compañías hasta el 2014
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