jueves, 9 de junio de 2011

A este Hombre lo eligió Nestor Kirchner

Para manejar la economía de la Argentina....  
Con los datos suficientes, es posible adelantarse a los resultados de los ciclos económicos... y pregunto
Aquel que defiende tanto es modelo.... si a fin de mes puede ahorrar algo.....  lo guarda en pesos??????
Y si no puede ahorrar después de 8 años de los mayores ingresos de la Argentina en 100 años ... que defiende?


Lavagna: "Antes fue el voto licuadora, hoy es el voto plasma"

"Antes fue el voto licuadora, ahora es el voto plasma", sentenció Roberto Lavagna. Para el ex ministro de Economía, "el modelo" kirchnerista transita una fase similar a la que 1995 llevó a Carlos Menem a la reelección y marcó el comienzo de su declive.
En una entrevista exclusiva con lanacion.com, la primera después de que su nombre sonara con fuerza para ser candidato a vicepresidente de Ricardo Alfonsín, explicó por qué decidió no integrar la fórmula de la UCR, elogió a Javier González Fraga y se negó a hablar del acuerdo con Francisco de Narváez.
Aunque evitó el reproche directo a sus ex socios, cuestionó que el radicalismo no haya sostenido el frente que integró con Gerardo Morales para las elecciones de 2007. "Si lo hubiéramos hecho, hoy podríamos tener una fórmula", se lamentó.
Relajado pero midiendo cada palabra, Lavagna desgranó los aciertos, límites y riesgos de la política económica del Gobierno. La falta de políticas integradas para combatir a la inflación, el boom del consumo como espejismo y el impacto de las subas de precios en los más pobres fueron los ejes de su duro diagnóstico.
"Haga lo que se haga en materia de politica social y para atender a los más pobres, la inflación siempre gana", sintetizó cuando nombró a la Asignación Universal por Hijo (AUH) como uno de los grandes aciertos de Cristina Kirchner.
También destacó el pago al contado y con reservas que hizo Néstor Kirchner al Fondo Monetario Internacional (FMI) pocos días después de que se alejara del Ministerio de Economía. Sin embargo, buscó desbaratar parte del relato que el kirchnerismo instaló entonces.

- ¿Qué opina de la elección del economista Javier González Fraga como candidato a vicepresidente de Alfonsín?
- Es una excelente decisión que se tomó rápido y, después de todas las idas y venidas con el socialismo.
- ¿Por qué no aceptó ser el candidato a vice de Alfonsín?
- Preferiría pensar el tema más en función de si es bueno o no que gente de otro partido político, como es mi caso, que no soy radical, entre en una fórmula de este tipo. Mi respuesta es no. Porque las decisiones a ese nivel no pueden ser personales. Vivimos todavía el caso de [Julio] Cobos que terminó mal, muy mal. Ese tipo de decisiones requieren un acuerdo interpartidario.
- Como el que usted hizo con Gerardo Morales en 2007
- Exacto. Tuve el honor de ser el único candidato no radical de la UCR en 108 años y no designado a dedo, sino por la Convención Nacional del partido, como les gusta hacer a los radicales. Había un acuerdo entre un sector importante del peronismo y el radicalismo. Lo otro, en cambio, es una decisión personal.
- ¿Qué faltó en este caso? ¿Fue una cuestión de tiempo o de falta de consenso?
- Ocurrió que en 2007 el radicalismo y quienes manejaban el radicalismo, no Ricardo Alfonsín, dieron por terminada la experiencia de concertación veinticuatro horas después de pasada la elección. Desde el punto de vista político, eso fue un grave error.
- ¿Por qué?
- Porque podríamos haber trabajado durante cuatro años en ese proyecto, que era un proyecto muy serio, y hoy sí podría haber habido una fórmula conjunta. En cambio, que alguien muy ligado a un partido político, que ha sido candidato a presidente, como es mi caso, entre en una fórmula sin ningún acuerdo de este tipo, no sirve absolutamente para nada. Distinto es el caso de gente más independiente como González Fraga.
- ¿Qué opina del acuerdo con De Narváez? ¿Se aplica el razonamiento que explicó antes?
- De ese tema no voy a hablar.
- ¿Qué le aporta González Fraga a la fórmula presidencial?
- Una visión económica que la gente, y en particular los empresarios, creen que el radicalismo no tiene. Es una mirada más heterodoxa con mucho conocimiento del sector agropecuario.
- ¿Puede el radicalismo superar el "karma" de que no sabe o no puede manejar la economía y el fantasma de los problemas de gobernabilidad?
- Esa va a ser justamente la tarea de Ricardo Alfonsín a lo largo de la campaña. Por ahora, el eje está en el armado político. Después quedan unos cuantos meses por delante en los que irá tocando ese tema. Pero la decisión de sumar a González Fraga lo ayuda a dar una buena respuesta a ese tema.
- ¿Qué opina de la idea instalada de que "Cristina Kirchner ya ganó", de que es imbatible?
- Es, antes que nada, una idea muy fogoneada desde el oficialismo. Pero las elecciones se ganan en el momento en que se abren las urnas. Sí hay encuestas y un cierto clima que, a su vez, está ligado al consumo.
- ¿Cómo es ese vínculo?
- Hay un consumo muy fuerte, no de todos porque hay un 30 por ciento de la población que sigue siendo pobre, incluso más pobre que en 2007. Pero el resto goza de una situación frente a la que es clave preguntarse si es o no durable. Porque si no fuera durable, sería volver a caer en una situación similar a la de 1995.
- ¿Por qué?
- Ese año Menem ganó muy fácilmente. Pero un año después nadie lo conocía, nadie lo había votado. Era como si hubiera nacido de un repollo.
- ¿Cree que dentro de un año podría pasar algo similar si Cristina Kirchner fuera reelecta?
- Claro. Las mismas cosas pueden pasar en la medida en que el programa se hace insostenible.
- ¿Podría ocurrir una suerte de reedición del voto cuota?
- Hay algo de eso, claro que sólo en algunos sectores de la sociedad. Antes se decía el voto licuadora, ahora es el voto plasma. Está bien que la gente aproveche las oportunidades de consumir. El problema es si eso se va a poder sostener. Porque sino, es pan para hoy y hambre para mañana, fiesta hoy y que alguien la pague mañana.
- ¿Cómo evalúa la decisión del gobierno de pedirle al FMI ayuda para un nuevo índice de precios oficial?
- Es sólo para ganar tiempo, para buscar algún argumento que permita bajar presiones. Pero si el dictamen de las principales universidades argentinas que conocían este tema fue terminantemente critico, recomendando un cambio y nadie les hizo caso, ¿por qué hay que creer que le van a hacer caso al Fondo? Es mas, sería muy grave que hayan despreciado a las universidades para terminar haciendo lo que les dice el Fondo. Sería una gran contradicción para un gobierno que se proclama de izquierda.
- ¿Que impacto tiene la manipulación en las estadísticas?
- Esta es una de las razones por las que se fueron 65.000 millones de dólares de la Argentina; por la desconfianza que genera un cambio así. Pero esto empezó con los precios, se fue expandiendo y hoy ni siquiera podemos creer la tasa de mortalidad infantil. En un efecto dominó se fueron deformando todas las estadísticas del país. El tema es de una gravedad enorme.
- ¿Hubo algún acierto del kirchnerismo después de su salida de Economía?
- Si seguramente. El primero, el pago al Fondo, algo que habíamos planificado con Néstor Kirchner. La idea original no era hacerlo en ese momento [diciembre de 2005], sino en abril de 2006. ¿Por qué en ese momento? Porque es cuando entran todas las divisas de las exportaciones. Eso fortalecía las reservas, con lo que [el pago] iba a pasar desapercibido. Kichner lo hizo a los diez días de mi salida porque Lula lo tomó de sorpresa y lo hizo en Brasil. Pensó que no podía ser menos que Lula y trató de disimular diciendo que el pago había sido coordinado. Por supuesto que no había sido coordinado. El segundo acierto, en este caso de Cristina, es la Asignación Universal por Hijo.
- Que hoy también está golpeada por inflación...
- Por supuesto. Ese es el problema. Haga lo que se haga en materia de politica social y de atender a los más pobres, la inflación siempre gana.
El futuro del dólar

Frente a la posibilidad de que del Gobierno devalúe después de las elecciones de octubre, el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, afirmó que tomando "el actual modelo macroeconómico desequilibrado" no se puede pensar en modificar "un solo dato" -por el tipo de cambio- sino que se deben enfrentar los problemas como un conjunto.
"Siempre se pueden postergar las cosas a un costo mayor", señaló el economista. Según Lavagna, el "actual modelo macroeconómico desequilibrado" puede mantenerse sin muchos retoques gracias a que, en primer lugar, el Gobierno puede volver a recurrir al endeudamiento. "Después de la restructuración de la deuda la Argentina es uno de los países que tienen una muy baja relación deuda-PBI". En segundo lugar, citó los "infinitamente" altos precios internacionales de las materias primas.
"Esto le da al país el lujo, entre comillas, de poder financiar una fuga de capitales que en cinco años llega a los US$ 65.000 millones. Siempre se puede sostener este modelo, pero cuanto más se tarde en enfrentar no solo un dato, el tipo de cambio, sino el conjunto del programa, más costos va a traer después", completó.






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