El Mercado de Colegiales, un capricho de 72 millones de pesos que desvela a Cristina Kirchner y Axel Kiciloff
Por Ignacio Montes de Oca y José M. Stella
Desde Cristina Fernández de Kirchner hasta Axel Kiciloff para abajo, los funcionarios del gobierno nacional parecen encaprichados en instalar una sucursal del Mercado Central en el barrio porteño de Colegiales. Y para lograr el objetivo, recurrieron a aprietes judiciales, denuncias falsas por robo contra vecinos que se oponen al emprendimiento, planos truchos y hasta la participación disimulada de empresas privadas para financiar el proyecto, que es presentado ante la opinión pública como un logro de la “economía nacional y popular”. Tanta energía pareciera tener alguna relación con el valor de mercado que puede tener el terreno donde se quiere instalar el emprendimiento: unos 7.7 millones de dólares (equivalente a más de $72 millones).
La sede del Mercado Central en el barrio de Colegiales es quizás el reclamo más insistente del kirchnerismo en tierra porteña. La presidente Cristina Kirchner usó nada menos que la Cadena Nacional – reservada para asuntos excepcionales y urgentes – para “reclamarle” en julio pasado al jefe de gobierno Mauricio Macri que le concediera la habilitación municipal de modo que “los vecinos compren a los mismos precios que en La Matanza sin tener que trasladarse”.Otro que presionó en el mismo sentido fue el ministro estrella del gabinete, el jefe de la cartera de Economía, Axel Kiciloff. El 21 de septiembre, en la Plaza Mafalda y rodeado de casi un centenar de militantes que apoyaban su candidatura a diputado porteño, el ministro anunció que la sucursal se abriría “en los próximos días” y de paso denunció que “El PRO operó para que los vecinos no puedan tener algo tan importante como esta herramienta que para nosotros es central”. En realidad, su predicción nunca se cumplió y aun hoy el mercado espera su habilitación para comenzar a funcionar.
Otros personajes del universo oficialista también exigieron su apertura. Entre ellos Alberto Samid, el “Rey de la Carne” que hoy cumple funciones como vicepresidente del Mercado Central. Y también el Secretario del Comercio, el camporista Augusto Costa, que a su vez es jefe del responsable del Programa “Com.Pr.Ar” que colgó sus carteles en el galpón construido en el predio en disputa.
Detrás del pedido de la jefa del Kirchnerismo, se encolumnaron los medios oficiales que comenzaron, de inmediato y casi repitiéndose entre sí, a publicar notas alabando el emprendimiento al que calificaron de un modo tan elogioso, que por momentos hicieron sentir que el destino mismo de la patria dependía de lograr su apertura. Separando la paja del trigo, el Mercado de Colegiales esconde una historia de desprolijidades, dudas y negocios opacos.
De depósito de chatarra a bastión Kirchnerista
La novela en torno a la fallida sucursal del Mercado Central, es en realidad la historia de un predio que tuvo varios destinos a lo largo de las últimas décadas y que hoy tiene un valor inmobiliario varias veces millonario.
Se trata de un espacio de forma casi triangular lindero a las vías del Ferrocarril Mitre con entrada sobre la calle Cramer y con su lado menor limitado por el puente que atraviesa las vías por la calle Jorge Newbery. En los registros municipales, ocupa una superficie de 3.067 m2 (aunque en otro plano en poder de este blog, la superficie también es de 3.128 m2). De acuerdo a los valores de la Cámara Inmobiliaria Argentina que le asigna en 2015 un precio de US$ 2.498 al metro cuadrado construido en el barrio de Colegiales, el predio tiene un valor potencial de US$ 7.661.366 o, si se prefiere traducirlo al valor del dólar oficial, en unos 72.7 millones de pesos.
Es probable que esa cifra haya animado a quienes impulsan el Mercado de Colegiales a instalar el negocio en este sitio, en lugar de optar por otros que están disponibles en la misma zona y que hubieran provocado menos roces con los vecinos que se auto convocaron para resistir su instalación. En efecto, en los alrededores de la planta procesadora del CEAMSE y del Mercado de las Pulgas a pocas cuadras de ese lugar, existen terrenos de mayores dimensiones y que no presentan las dificultades propias de instalar un centro de logística frente a un colegio. Éste, aclaremos, es en un distrito residencial que prohíbe su habilitación, y en una zona en donde además hay otros cuatro institutos de enseñanza, dispuestos sobre una calle de una sola mano de una salida única que dificultaría el tránsito en horarios escolares cuando padres, residentes y camioneros comiencen a disputarse el paso.
La ambición por hacer algo con el predio hizo que se le revocara el permiso de uso al anterior concesionario. En septiembre del 2014, la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) que es la verdadera propietaria del predio, dio por concluido el contrato ON 007617 firmado con José Enrique del Río el 4 de septiembre del 2003, y que le había permitido ocuparlo mediante el Permiso de Uso 7617 a cambio de un canon mensual de $3.550. Ríos había obtenido el permiso luego de resultar el único concursante de la Licitación 01/2002, refrendada por un antiguo expediente 237 del año 2000. Hasta entonces, el sitio fue usado para estacionamiento para las camionetas de la empresa OCA y para dejar abandonadas las que estaban en desuso. Fue en ese entonces que el lugar se ganó una triste fama de criadero de ratas y foco de contaminación peligroso para una zona calificada como residencial.
De un día para el otro, las camionetas oxidadas, los matorrales y los yuyos que dominaban el predio de la calle Cramer, desaparecieron y comenzó a correr el rumor de la instalación de una sucursal del Mercado Central. A partir de ese momento, la lucha entre los que deseaban instalar el mercado y los que se les oponían, se centró en el uso que debía darse al predio.
Un poco de historia
La pelea por el Mercado de Colegiales, tiene mucho que ver con el destino que cada uno desea para el espacio. Una considerable cantidad de vecinos de la zona y de padres de la Escuela del Sol situada frente al predio, se organizaron para pedir que se usara para construir un espacio verde.
No se trataba de un pedido novedoso. El 20 de diciembre del 2000, los vecinos de Colegiales enviaron una carta de lectores al diario La Nación reclamando que el predio fuera convertido en espacio verde ante los rumores de su inminente concesión a intereses privados. Aquella no era una simple sospecha, ya que en esos días se lanzaba la licitación que concluiría con la cesión al empresario Jorge Ríos y su posterior transformación en un depósito de chatarra.
El entonces diputado porteño Marcelo Vensentini, del bloque Frente País Solidario, presentó al año siguiente un proyecto para que el terreno fuera re catalogado como “Urbanización Parque” en lugar de “Urbanización Futura” como pretendía el gobierno de la Ciudad, pero no logró que su iniciativa fuera tratada. Incluso, el 01 de agosto del 2003, se anunció la firma de un convenio entre el presidente Néstor Kirchner y el jefe de gobierno Aníbal Ibarra para ceder territorios de los FFCC en la ciudad, entre los que estaba el terreno de la calle Cramer, destinado -según las gacetillas de prensa de aquel entonces- a construir “espacios verdes”.
Y mucho antes de eso, en una fecha tan lejana – o tan cercana en estos días – como el 14 de noviembre de 1975, la dirección de la Escuela del Sol le pidió mediante una carta a los directivos de la entonces Ferrocarriles Argentinos que habilitaran ese espacio para que los alumnos de ese instituto realizaran deportes.
Ese pedido resultaba coherente con el uso que se le venía dando al lugar. Las fotografías aéreas de las décadas de 1970 muestran que no se trataba de un terreno baldío, sino de un lugar con canchas de futbol y vestuarios. Y, las imágenes posteriores indican que en los años 90, se construyeron canchas de paddle, por lo que su consideración como un terreno baldío e infectado de alimañas solo cabe a los años recientes, de 2003 a hoy, cuando los funcionarios porteños y nacionales colaboraron para convertirlo en tal.
La desprolijidad
El 24 de mayo del 2014, el AABE firmó la Resolución 58/2014 con la Corporación Mercado Central para cederle el uso del terreno por diez años. Se trataba de una cesión gratuita con el objetivo de crear “…un mercado tendiente a garantizar a la población de abastecimiento de productos alimenticios de naturaleza frutihortícola”.
El presidente del Mercado Central, Carlos Alberto Martínez, colocó a su cuñada, Romina Rivero – que ya prestaba servicio como Gerente de Descentralización en ese ente - en el cargo de gerente de la sede Colegiales y le encargó la contratación de todos los servicios que requería la obra. Es en ese momento en que comenzaron a detectarse la visita de empresarios del Mercado Central interesados en tener un puesto en el nuevo mercado.
En el acuerdo con el AABE, sin embargo, no se facultaba a los nuevos ocupantes a subalquilar o ceder a terceros los espacios concesionados. Tal es así, que tuvo que intervenir la Dirección de Asuntos Jurídicos de la AABE. En un dictamen firmado por directora Paula Villani el 09 de enero del 2015, se recordó que el punto 8 del acuerdo les prohibía arrendar espacios de la concesión, salvo que el ente ampliara el permiso.
Sin perder tiempo, el AABE dio la venia para que se instalen comercios con oferta de diversa naturaleza pertenecientes a terceros. Lo que en principio iba a ser un centro de venta de frutas y verduras, de a poco, iba ampliando sus permisos hasta parecerse a un proyecto para crear un gran supermercado que beneficiaba a empresarios supuestamente vinculados al entorno del presidente del Mercado Central. Fue entonces que la obra se aceleró y aparecieron nuevos obreros y maquinarias.
Entre las irregularidades más notorias de la construcción del mercado (además del constante cambio de permisos y el difuso origen de los fondos que se usaron para construirlo), están los planos habilitantes.
En el certificado de habilitación del sistema de incendios, se adjuntó un nuevo plano en el que se apoderaban de todo el terreno, incluyendo una casa construida en el extremo que linda con la calle Jorge Newbery. Pero, además, hacían constar una superficie cubierta de 2.817,66 m2, lo cual implicaba a casi la totalidad del predio. Como se observa en la imagen, sobre el margen derecho existe una vivienda levantada sobre el lote en disputa que, por impericia o ambición, siempre se incluye como parte del predio concesionado sin observar que sus propietarios tienen un Permiso de Uso que se superpone con los reclamos de las autoridades del Mercado de Colegiales. En el Plano de Modificación y Ampliación presentado por los constructores se presenta la misma irregularidad.
Existe, además, otra curiosidad: En uno de los planos en poder de (Eliminando Variables),debajo de la palabra "propietario" (del predio, Estado Nacional Argentino) figura la palabra "adquiriente" seguida de "Corporación Mercado Central de Buenos Aires"; mientras que en un segundo plano, la palabra "usuario", seguida de "Corporación Mercado Central de Buenos Aires". Se desconoce, en rigor, cuál es el plano con datos verdaderos del predio.
En pleno cruce de denuncias, los vecinos detectaron que el expediente y el permiso de obra que se exhibían en el frente de la construcción no eran reales y volvieron la justicia para denunciar esa nueva anomalía.
El expediente de habilitación siguió sumando anormalidades hasta que en noviembre del 2014, la Agencia de Protección Ambiental de la ciudad ordenó su clausura por 48 horas, por pedido del Observatorio de Derecho de la ciudad y un petitorio de los vecinos. En total, el mercado fue clausurado cinco veces. Los motivos fueron desde la inexistencia de planos acordes, la presentación de documentación errada, la falta de aviso de obra fidedigno y otras incoherencias en los trámites. Además, las obras no autorizadas dieron origen de numerosas actas de contravención por ruidos molestos, algunas de ellas levantadas cuando la justicia había ordenado frenar la construcción.
El siguiente traspié arribó con el inicio de una causa judicial por las irregularidades que rodeaban a la concesión. Por pedido del fiscal federal Eduardo Taiano y por una querella iniciada por un grupo de vecinos, el 09 diciembre del 2014 el juez Sergio Torres decidió imputar a grupo de funcionarios vinculados al manejo del predio. Se los acusó de “incumplimiento de los deberes de funcionario público” y de haberse involucrado en anomalías para forzar la creación de un mercado en un espacio que no estaba autorizado para ese fin.
El presidente del AABE, Alberto Vulcano, y su segundo, Martín Reibel Maier, fueron imputados junto al presidente de la Corporación Mercado Central. En otra denuncia de los vecinos, se acusó a Antonio Ledesma, Director General de Interpretación Urbanística por haber autorizado trabajos incompatibles con un distrito residencial. Lo mismo sucedió con los funcionarios de la Dirección General de Obras y Catastro que autorizaron los planos de obra omitiendo observar las reglas vigentes. La causa fue tomada en septiembre del 2014 por la Patricia López Vergara, jueza en lo Contencioso, Administrativo y Tributario de la ciudad de Buenos Aires.
Luego de enterarse de las judicialización del caso del Mercado de Colegiales, los funcionarios porteños no cesaron su apoyo al emprendimiento. El 06 de febrero del 2015 la Secretaria de Planeamiento de la ciudad autorizó por medio de la Resolución N° 49 el cambio de la catalogación urbanística para permitir la instalación de un “Comercio Minorista de Productos Alimenticios”, “no alimenticios” y “Proveeduría”.
Es más, lejos de amedrentarse, los ocupantes del predio decidieron pasar a la ofensiva contra los vecinos que impulsaron la denuncia contra ellos. En diciembre del 2014 acusaron a un matrimonio que vive enfrente y que fue uno de los más activos denunciantes, de haberse robado uno de los medidores de energía del mercado. En la denuncia, afirmaban que los acusados habían abierto una caja “haciendo fuerza con una palanca” y que luego procedieron a “separarlo de la pared”. Incluso, dieron detalles del supuesto robo ocurrido “el día 20 de diciembre de 2014 a las 23:15 hs”. En medio del trámite, los abogados del Ministerio de Economía se hicieron presentes para presionar a los funcionarios judiciales. No obstante, en junio del 2015, el Juzgado Nacional en los Criminal de Instrucción N° 24 desestimó la acusación y sobreseyó a los vecinos. Pese a la insistencia de los hombres del gobierno, el sobreseimiento fue confirmado luego por la Cámara que recibió la apelación. La caída de la denuncia impidió saber cómo se podía robar un medidor de electricidad sin electrocutarse y el uso que le daría una familia de clase media a un medidor.
Tanta furia se relaciona con la apertura de un segundo frente judicial, impulsada por el mismo grupo de vecinos en la justicia porteña. La jueza Andrea Danas, a cargo del fuero Contencioso Administrativo y Tributario N°2, había dictado el 08 de enero del 2015 una medida cautelar para frenar los trámites de habilitación de la obra. La medida incluía los expedientes para medir el impacto ambiental del proyecto y la habilitación para abrir las instalaciones hasta tanto no se pronunciara la legislatura porteña.
La cautelar de la jueza Danas logró frenar los trámites de la obra, pero no las presiones de los funcionarios y empresarios en los medios oficiales. Fue en ese contexto que la presidente Cristina Kirchner reclamó a Macri que abriera el mercado, pese a que se trataba de un error incomprensible por tratarse de una abogada que debiera saber sobre la división de poderes y las posibilidades de un funcionario del Ejecutivo para limitar los alcances de una cautelar.
Ese error, era tan enigmático como el que cometieron los funcionarios del gobierno de la Ciudad, que declararon que el impacto ambiental del futuro mercado podía ser considerado “Sin relevante efecto”, aun cuando la existencia de un local atiborrado de alimentos y con movimientos constantes de camiones y personas en una zona residencial, merecía un diagnóstico algo más profundo. Para hacer más ostensible la irregularidad, debe recordarse que el Certificado de Impacto Ambiental es exigido al inicio de la obra y junto a los planos, requisito que los funcionarios de la Agencia de Protección Ambiental de la ciudad olvidaron hacer cumplir en este caso. Tanto, que también se olvidaron de pedir los planos del futuro mercado.
Algunas fuentes señalan que el dirigente del PRO, Gustavo Acevedo, presidente de la Comuna 13, es uno de los que apoya la instalación del mercado. Y también a Juan Carlos Villalonga, director de la Agencia de Protección Ambiental, que luego de ordenar la clausura de la obra cambió de parecer. Los vecinos de Colegiales denunciaron este cambio de opinión ante la Justicia, por considerar que al no exigir el Certificado de Impacto Ambiental del mercado, violó la Ley N° 123 de la ciudad.
Mientras tanto, la abogada del FPV de Colegiales y candidata a comunera por esa fuerza, Marta Balado, organizó a los militantes del barrio para iniciar una campaña de apoyo al mercado en las redes sociales. Su convocatoria incluyó tours de visitas al galpón y una página de Facebook de respaldo al mercado que es administrada en conjunto con “La Villalba Local”, un grupo de seguidores del candidato presidencial Daniel Scioli.
Balaro también se encargó de hacer una presentación ante el juez porteño Pablo Mantaras, quien accedió a revisar las actuaciones de su colega, la jueza Danas. El magistrado dictó el fin de la cautelar que se había impuesto anteriormente y hoy se espera el resultado de la apelación que hicieron los vecinos ante la Cámara para que revise el fallo de Mantaras.
La respuesta judicial ante la causa que llevaba el juez Torres corrió por cuenta de la gerente Romina Rivero, que presentó un pedido de revocación para el fallo. El 17 de septiembre del 2015 la Cámara de Apelaciones en los Penal Federal concedió la revocación y ordenó la continuación de los trámites de habilitación. El fallo fue aprobado con los votos a favor de los jueces Jorge Ballestero y Eduardo Freiler, que parecieran tener una capacidad casi infalible para interpretar los deseos del gobierno nacional.
Durante las PASO, la noticia fue aprovechada por Axel Kiciloff para incorporar el tema a su campaña para legislador y, cinco días más tarde, desde la plaza Mafalda apuntó su índice en dirección a la calle Cramer y reclamó a Mauricio Macri que abriera de inmediato el Mercado. Marta Baraldo, parada cerca de él, fue una de las que más aplaudió la ocurrencia.
Sobre empresarios y funcionarios
El empresario matarife Alberto Samid dejó de apoyar el emprendimiento en Colegiales cuando se enfrentó con Martínez, su jefe, por el manejo el Mercado Central. Fiel a su estilo, Samid lo atacó indirectamente ofendiendo los dueños de supermercados chinos. Sabiendo que los superiores de Martínez estaban en excelentes relaciones con ellos a través de la Secretaría de Comercio, propuso eliminarlos del mercado argentino y remató con la frase "La llegada de los chinos no fue como la de los españoles o los italianos. ¿Quién se pudo tomar un café con un chino? Nadie". Aquella referencia a los comerciantes chinos, tenía además otro destinatario relacionado con el mercado de Colegiales.
Con la salida de Samid del proyecto, el Mercado quedó bajo la órbita exclusiva de Martínez y de su cuñada. Para ese momento, se hicieron fuertes las compañías privadas comprometidas con la construcción del nuevo centro de comercialización.
La primera de ellas es Patagonia Sunrise SRL. Se trata de la empresa que maneja el pabellón 9 del Mercado Central, en donde tiene su oficina central. Allí, tiene 4.000 m2 destinados a la venta con 16 rampas de descarga. Además, la compañía tiene sucursales en Cuyo, en la localidad mendocina de Godoy Cruz, y en el norte argentino. Desarrolla por otro lado un millonario negocio de exportación de frutas y verduras. Patagonia Sunrise SRL, fundada a comienzos del 2005, es dirigida por Sebastián y Héctor Edgardo Odetti, dueños del 90 y 10 por ciento de las acciones respectivamente. La empresa tiene una compañía melliza fundada en el año 2000 en el estado norteamericano de Florida, actualmente inactiva, denominada Patagonia Sunrise Inc., y cuyo titular es Damián H. Odetti. Esa empresa tiene dirección en el 169 de Flagler Street, en la ciudad de Miami.
A comienzos de septiembre del 2015, el Juzgado Nacional Comercial N°2, a cargo de Fernando Martín Pennacca, decretó la apertura del Concurso Preventivo de Patagonia Sunrise SRL. La empresa, según bases de datos del Banco Central de la República Argentina, posee más de 1.100 cheques rechazados sin fondos, por un monto estimado en $35.3 millones.
La segunda sociedad es Fruit Pack SRL, otra empresa familiar. Fundada a mediados de enero del 2009, es gerenciada por Sabrina y Elías Ricardo Bonfantino y también tiene un considerable volumen de negocios dentro del Mercado Central. También se dedica a la comercialización de productos frutihortícolas y fijó domicilio en la localidad de Villa Ballester.
Y la tercera, y por lejos la que despertó más suspicacias, es Energy Nature Free SA. La empresa, fundada en agosto del 2013, fue presidida -según documentos oficiales- hasta mediados de abril del 2015 por el empresario Alejandro Adolfo Calvete (hoy al frente se encuentra un familiar directo, Martha Elsa Alonso), tiene por objeto social el manejo de negocios inmobiliarios. Su incursión en un predio con tanto potencial si se destinara a la construcción de viviendas, no dejó de llamar la atención. Además, Calvete es el presidente de la Cámara de Autoservicios y Supermercados Chinos, de excelente relación con las autoridades de la Secretaría de Comercio por haber contribuido a la política de control de precios en las terminales de esa comunidad. Con quien pareciera no llevarse bien, es con el vicepresidente del Mercado Central, Alberto Samid. Y de allí que ambos se crucen mensajes públicos como si se tratara de un asunto de colegiales.
Calvete, aparece además mencionado en la causa por el atentado contra la AMIA por haber sido detectado el día de la tragedia cerca del lugar junto con el militar experto en explosivos y oficial carapintada, Jorge Pacífico. Estos antecedentes no fueron un impedimento para que fuera invitado por la presidencia de la Nación para acompañar a la presidente Kirchner en su más reciente viaje a China.
La relación entre las empresas y el emprendimiento en Colegiales es más que una suposición. En expediente que maneja el juez Torres existen elementos suficientes para que se haya ordenado a la fiscalía decodificar cual es su grado de participación en el negocio. Es importante recordar que la causa sigue en curso y que el juez sigue juntando elementos para relacionar a los empresarios con el presidente del Mercado Central.
Cuando la gestión de las empresas privadas se filtró a los medios y las sospechas de un negocio privado detrás del acuerdo entre el Mercado Central y el AABE se volvieron concretas, la Secretaria de Comercio intervino para salvar la situación.
Fue entonces que el Mercado de Colegiales pasó a ser presentado con más fuerza como parte de la Red de Comercios de Proximidad Com.Pr.Ar dependiente de la oficina de Augusto Costa. El Coordinador Nacional de ese proyecto, Santiago Fraschina, se hizo cargo de su defensa ante los medios. Santiago Fraschina es un militante de la Cámpora muy cercano a Kicillof, y venía de prestar servicios como segundo de la Superintendencia Nacional de Reaseguros.
Recordemos que el convenio original no le dio el terreno a la Secretaría de Comercio sino al Mercado Central y la aparición tardía del titular de Com.Pr.Ar requirió de un esfuerzo retórico importante para ser explicado.
La irrupción de Fraschina trajo nuevas dudas. En declaraciones a la agencia oficialista TELAM, desmintió los rumores sobre un interés privado detrás del Mercado de Colegiales. Sin embargo, se abstuvo de explicar por qué en el Presupuesto Nacional de los años 2014 y 2015 no se registra ninguna imputación para la construcción del Mercado de Colegiales en su área, lo cual no solo es una irregularidad bastante grande, sino que además alienta la idea que existen financistas ocultos detrás de la épica oficial en la cruzada por los precios bajos.
Considerando que se han construido al menos 700 metros cuadrados y que la Cámara Inmobiliaria Argentina estima que el valor de construcción por metro cuadrado en la ciudad se sitúa en por lo menos 500 dólares, debe existir alguna pista del origen de los fondos en los registros oficiales. Se trata de por los menos unos $3.32 millones solo en concepto de la instalación de la nave central. Y además, todavía resta explicar de dónde salió el dinero que financió la urbanización del resto del predio, la instalación de los interiores, los costos de los reclamos judiciales y de los trámites de habilitación. El Presupuesto Nacional para la Corporación Mercado Central en el 2015 solo le asigna algo más de 6 millones de pesos, por lo que es poco probable que se haya usado esa vía para pagar las refacciones del predio salvo que hubiera encontrado otros medios para pagar sueldo y otros gastos de operación.
Por una mera cuestión de sentido común, el ambiente de Precios Cuidados no es el ideal para que las empresas arriesguen grandes cantidades de inversión, precisamente porque el programa tiende a disminuir los márgenes de ganancias de los comerciantes. De manera que, o bien podría especularse que esa ganancia no será espantada en el futuro si el emprendimiento es financiado por empresas privadas o que el negocio pasará por otra parte, como suponen los que creen que la aparición de una empresa inmobiliaria es una predicción sobre lo que esconde detrás de tanta polémica.Como dijo un arquitecto que envía a su hijo al colegio frente al Mercado: “Cuando consigan la rezonificación y deje de ser zona residencial, con los contactos adecuados tenés un negocio fabuloso y podes ganar una fortuna construyendo un edificio o un centro comercial”.
Mientras tanto, el Mercado de Colegiales espera su apertura, que dependerá de una habilitación municipal que por ahora no pareciera estar a la vista. El predio permanece vacío y con algún empleado solitario que vigila el lugar para evitar la depredación, como aquella que ocurrió meses atrás cuando un grupo de delincuentes saqueó el lugar luego de golpear al vigilante. El medidor de energía, aquella vez, no fue tocado.
El otro acompañante es un superhéroe que vigila desde afiches ploteados y colocados en las rejas exteriores. Es un curioso personaje dibujado con traje ajustado y capa que en apariencia patrulla para que los precios no aumenten. En esos carteles, se les recuerda a los que pasan por allí que “estamos ubicados en un predio fiscal que antes estaba sucio y abandonado”, que se trata de un mercado de “precios accesibles y productos frescos” y que el horario de carga de los camiones será de 22 hs a 8 hs, como no sucede en ningún otro sitio de la ciudad.
Un papel en el viento
Las investigaciones periodísticas dependen a veces de una dosis de suerte. Un miembro del equipo de(Eliminando Variables), tuvo la oportunidad de comprobarlo al visitar el predio para observar el avance de las obras.
El viento, bastante fuerte ese día, hizo volar una serie de papeles tirados en el patio exterior del mercado. Uno de ellos, tenía un isologo de una empresa aseguradora, que salió volando en dirección a la vereda de la calle Cramer.
Quiso la casualidad que fuera unPrograma de Seguridad para la obra de Cramer 474 presentado a la ART de La Caja. Se trataba del mismo lugar donde se construye el futuro Mercado de Colegiales. Por respeto a sus dueños, el papel fue devuelto al interior del predio, no sin antes sacarle algunas fotos para ayudarles a tener constancia en caso que vuelvan a perder su copia.
Lo curioso de aquel Programa de Seguridad es que fue contratado para la empresa Perelló – Siri SA con sede en la localidad mendocina de Godoy Cruz.
El contrato está fechado en diciembre del 2014 y aparece titulado como “Remodelaciones Varias- Obra Nuevo Mercado. De acuerdo a los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, fue contratado desde el 1 de mayo del 2012 al 30 de septiembre del 2015.
En el registro de contrataciones del estado no se pudo encontrar ningún rastro de un convenio, licitación o adjudicación oficial que haya beneficiado a la empresa Perelló-Siri SA para realizar tareas en el Mercado de Colegiales.
Eso sí, el papel tiene un interesante dato: el contratante de las refacciones y quien le pagó la ART a los empleados de Perello – Siri SA, vaya sorpresa, es Patagonia Sunnisc (Sic), una empresa privada inexistente que no figura en ningún registro oficial ni privado. Y si hubo un error de tipeo, el nombre de aquella empresa se parece mucho a la denominación de Patagonia Sunrise SRL, la empresa que nunca jamás tuvo nada que ver con el predio, según los funcionarios nacionales. Y lo que queda claro en el documento de la ART, es que el contratante no es el estado nacional ni ningún ente relacionado.
Ese papel en el viento y la casualidad quisieron que por fin, dentro de tanta irregularidad, comience a saberse que hay detrás de tanta épica de precios populares, una presidente demandante, el medidor robado y la cesión de un predio valuado en 7.7 millones de dólares. El que paga siempre espera una recompensa. Porque en materia de negocios el idealismo, como los superhéroes que bajan los precios, no existen.
En Twitter: @EliminandoV
El Mercado Central del barrio de Colegiales |
Plano N°1: Con superficie de 3.128 m2 y "adquiriente" |
Plano N°2: Con superficie de 3.067 m2 y "usuario" |
Detrás del pedido de la jefa del Kirchnerismo, se encolumnaron los medios oficiales que comenzaron, de inmediato y casi repitiéndose entre sí, a publicar notas alabando el emprendimiento al que calificaron de un modo tan elogioso, que por momentos hicieron sentir que el destino mismo de la patria dependía de lograr su apertura. Separando la paja del trigo, el Mercado de Colegiales esconde una historia de desprolijidades, dudas y negocios opacos.
De depósito de chatarra a bastión Kirchnerista
Vista aérea del lugar en 1978 |
Se trata de un espacio de forma casi triangular lindero a las vías del Ferrocarril Mitre con entrada sobre la calle Cramer y con su lado menor limitado por el puente que atraviesa las vías por la calle Jorge Newbery. En los registros municipales, ocupa una superficie de 3.067 m2 (aunque en otro plano en poder de este blog, la superficie también es de 3.128 m2). De acuerdo a los valores de la Cámara Inmobiliaria Argentina que le asigna en 2015 un precio de US$ 2.498 al metro cuadrado construido en el barrio de Colegiales, el predio tiene un valor potencial de US$ 7.661.366 o, si se prefiere traducirlo al valor del dólar oficial, en unos 72.7 millones de pesos.
Vista aérea del lugar en el 2009 |
Vista área actual |
De un día para el otro, las camionetas oxidadas, los matorrales y los yuyos que dominaban el predio de la calle Cramer, desaparecieron y comenzó a correr el rumor de la instalación de una sucursal del Mercado Central. A partir de ese momento, la lucha entre los que deseaban instalar el mercado y los que se les oponían, se centró en el uso que debía darse al predio.
Un poco de historia
La pelea por el Mercado de Colegiales, tiene mucho que ver con el destino que cada uno desea para el espacio. Una considerable cantidad de vecinos de la zona y de padres de la Escuela del Sol situada frente al predio, se organizaron para pedir que se usara para construir un espacio verde.
Carta de 1975 |
El entonces diputado porteño Marcelo Vensentini, del bloque Frente País Solidario, presentó al año siguiente un proyecto para que el terreno fuera re catalogado como “Urbanización Parque” en lugar de “Urbanización Futura” como pretendía el gobierno de la Ciudad, pero no logró que su iniciativa fuera tratada. Incluso, el 01 de agosto del 2003, se anunció la firma de un convenio entre el presidente Néstor Kirchner y el jefe de gobierno Aníbal Ibarra para ceder territorios de los FFCC en la ciudad, entre los que estaba el terreno de la calle Cramer, destinado -según las gacetillas de prensa de aquel entonces- a construir “espacios verdes”.
Y mucho antes de eso, en una fecha tan lejana – o tan cercana en estos días – como el 14 de noviembre de 1975, la dirección de la Escuela del Sol le pidió mediante una carta a los directivos de la entonces Ferrocarriles Argentinos que habilitaran ese espacio para que los alumnos de ese instituto realizaran deportes.
Ese pedido resultaba coherente con el uso que se le venía dando al lugar. Las fotografías aéreas de las décadas de 1970 muestran que no se trataba de un terreno baldío, sino de un lugar con canchas de futbol y vestuarios. Y, las imágenes posteriores indican que en los años 90, se construyeron canchas de paddle, por lo que su consideración como un terreno baldío e infectado de alimañas solo cabe a los años recientes, de 2003 a hoy, cuando los funcionarios porteños y nacionales colaboraron para convertirlo en tal.
La desprolijidad
El 24 de mayo del 2014, el AABE firmó la Resolución 58/2014 con la Corporación Mercado Central para cederle el uso del terreno por diez años. Se trataba de una cesión gratuita con el objetivo de crear “…un mercado tendiente a garantizar a la población de abastecimiento de productos alimenticios de naturaleza frutihortícola”.
Patagonia Sunrise SRL |
El presidente del Mercado Central, Carlos Alberto Martínez, colocó a su cuñada, Romina Rivero – que ya prestaba servicio como Gerente de Descentralización en ese ente - en el cargo de gerente de la sede Colegiales y le encargó la contratación de todos los servicios que requería la obra. Es en ese momento en que comenzaron a detectarse la visita de empresarios del Mercado Central interesados en tener un puesto en el nuevo mercado.
En el acuerdo con el AABE, sin embargo, no se facultaba a los nuevos ocupantes a subalquilar o ceder a terceros los espacios concesionados. Tal es así, que tuvo que intervenir la Dirección de Asuntos Jurídicos de la AABE. En un dictamen firmado por directora Paula Villani el 09 de enero del 2015, se recordó que el punto 8 del acuerdo les prohibía arrendar espacios de la concesión, salvo que el ente ampliara el permiso.
Reciente concurso preventivo de Patagonia Sunrise SRL |
Entre las irregularidades más notorias de la construcción del mercado (además del constante cambio de permisos y el difuso origen de los fondos que se usaron para construirlo), están los planos habilitantes.
En el certificado de habilitación del sistema de incendios, se adjuntó un nuevo plano en el que se apoderaban de todo el terreno, incluyendo una casa construida en el extremo que linda con la calle Jorge Newbery. Pero, además, hacían constar una superficie cubierta de 2.817,66 m2, lo cual implicaba a casi la totalidad del predio. Como se observa en la imagen, sobre el margen derecho existe una vivienda levantada sobre el lote en disputa que, por impericia o ambición, siempre se incluye como parte del predio concesionado sin observar que sus propietarios tienen un Permiso de Uso que se superpone con los reclamos de las autoridades del Mercado de Colegiales. En el Plano de Modificación y Ampliación presentado por los constructores se presenta la misma irregularidad.
Ingreso de Alejandro Calvete a Energy Nature Free SA |
En pleno cruce de denuncias, los vecinos detectaron que el expediente y el permiso de obra que se exhibían en el frente de la construcción no eran reales y volvieron la justicia para denunciar esa nueva anomalía.
El expediente de habilitación siguió sumando anormalidades hasta que en noviembre del 2014, la Agencia de Protección Ambiental de la ciudad ordenó su clausura por 48 horas, por pedido del Observatorio de Derecho de la ciudad y un petitorio de los vecinos. En total, el mercado fue clausurado cinco veces. Los motivos fueron desde la inexistencia de planos acordes, la presentación de documentación errada, la falta de aviso de obra fidedigno y otras incoherencias en los trámites. Además, las obras no autorizadas dieron origen de numerosas actas de contravención por ruidos molestos, algunas de ellas levantadas cuando la justicia había ordenado frenar la construcción.
Renuncia de Alejandro Calvete a Energy Nature Free SA |
El siguiente traspié arribó con el inicio de una causa judicial por las irregularidades que rodeaban a la concesión. Por pedido del fiscal federal Eduardo Taiano y por una querella iniciada por un grupo de vecinos, el 09 diciembre del 2014 el juez Sergio Torres decidió imputar a grupo de funcionarios vinculados al manejo del predio. Se los acusó de “incumplimiento de los deberes de funcionario público” y de haberse involucrado en anomalías para forzar la creación de un mercado en un espacio que no estaba autorizado para ese fin.
El presidente del AABE, Alberto Vulcano, y su segundo, Martín Reibel Maier, fueron imputados junto al presidente de la Corporación Mercado Central. En otra denuncia de los vecinos, se acusó a Antonio Ledesma, Director General de Interpretación Urbanística por haber autorizado trabajos incompatibles con un distrito residencial. Lo mismo sucedió con los funcionarios de la Dirección General de Obras y Catastro que autorizaron los planos de obra omitiendo observar las reglas vigentes. La causa fue tomada en septiembre del 2014 por la Patricia López Vergara, jueza en lo Contencioso, Administrativo y Tributario de la ciudad de Buenos Aires.
Kicillof en 678 "preocupado" por el Mercado Central de Colegiales |
Es más, lejos de amedrentarse, los ocupantes del predio decidieron pasar a la ofensiva contra los vecinos que impulsaron la denuncia contra ellos. En diciembre del 2014 acusaron a un matrimonio que vive enfrente y que fue uno de los más activos denunciantes, de haberse robado uno de los medidores de energía del mercado. En la denuncia, afirmaban que los acusados habían abierto una caja “haciendo fuerza con una palanca” y que luego procedieron a “separarlo de la pared”. Incluso, dieron detalles del supuesto robo ocurrido “el día 20 de diciembre de 2014 a las 23:15 hs”. En medio del trámite, los abogados del Ministerio de Economía se hicieron presentes para presionar a los funcionarios judiciales. No obstante, en junio del 2015, el Juzgado Nacional en los Criminal de Instrucción N° 24 desestimó la acusación y sobreseyó a los vecinos. Pese a la insistencia de los hombres del gobierno, el sobreseimiento fue confirmado luego por la Cámara que recibió la apelación. La caída de la denuncia impidió saber cómo se podía robar un medidor de electricidad sin electrocutarse y el uso que le daría una familia de clase media a un medidor.
Presupuesto asignado al Mercado Central durante el 2015 |
La cautelar de la jueza Danas logró frenar los trámites de la obra, pero no las presiones de los funcionarios y empresarios en los medios oficiales. Fue en ese contexto que la presidente Cristina Kirchner reclamó a Macri que abriera el mercado, pese a que se trataba de un error incomprensible por tratarse de una abogada que debiera saber sobre la división de poderes y las posibilidades de un funcionario del Ejecutivo para limitar los alcances de una cautelar.
Permiso de Obra, dirimido en la Justicia |
Algunas fuentes señalan que el dirigente del PRO, Gustavo Acevedo, presidente de la Comuna 13, es uno de los que apoya la instalación del mercado. Y también a Juan Carlos Villalonga, director de la Agencia de Protección Ambiental, que luego de ordenar la clausura de la obra cambió de parecer. Los vecinos de Colegiales denunciaron este cambio de opinión ante la Justicia, por considerar que al no exigir el Certificado de Impacto Ambiental del mercado, violó la Ley N° 123 de la ciudad.
Mientras tanto, la abogada del FPV de Colegiales y candidata a comunera por esa fuerza, Marta Balado, organizó a los militantes del barrio para iniciar una campaña de apoyo al mercado en las redes sociales. Su convocatoria incluyó tours de visitas al galpón y una página de Facebook de respaldo al mercado que es administrada en conjunto con “La Villalba Local”, un grupo de seguidores del candidato presidencial Daniel Scioli.
Balaro también se encargó de hacer una presentación ante el juez porteño Pablo Mantaras, quien accedió a revisar las actuaciones de su colega, la jueza Danas. El magistrado dictó el fin de la cautelar que se había impuesto anteriormente y hoy se espera el resultado de la apelación que hicieron los vecinos ante la Cámara para que revise el fallo de Mantaras.
La respuesta judicial ante la causa que llevaba el juez Torres corrió por cuenta de la gerente Romina Rivero, que presentó un pedido de revocación para el fallo. El 17 de septiembre del 2015 la Cámara de Apelaciones en los Penal Federal concedió la revocación y ordenó la continuación de los trámites de habilitación. El fallo fue aprobado con los votos a favor de los jueces Jorge Ballestero y Eduardo Freiler, que parecieran tener una capacidad casi infalible para interpretar los deseos del gobierno nacional.
Durante las PASO, la noticia fue aprovechada por Axel Kiciloff para incorporar el tema a su campaña para legislador y, cinco días más tarde, desde la plaza Mafalda apuntó su índice en dirección a la calle Cramer y reclamó a Mauricio Macri que abriera de inmediato el Mercado. Marta Baraldo, parada cerca de él, fue una de las que más aplaudió la ocurrencia.
Sobre empresarios y funcionarios
El empresario matarife Alberto Samid dejó de apoyar el emprendimiento en Colegiales cuando se enfrentó con Martínez, su jefe, por el manejo el Mercado Central. Fiel a su estilo, Samid lo atacó indirectamente ofendiendo los dueños de supermercados chinos. Sabiendo que los superiores de Martínez estaban en excelentes relaciones con ellos a través de la Secretaría de Comercio, propuso eliminarlos del mercado argentino y remató con la frase "La llegada de los chinos no fue como la de los españoles o los italianos. ¿Quién se pudo tomar un café con un chino? Nadie". Aquella referencia a los comerciantes chinos, tenía además otro destinatario relacionado con el mercado de Colegiales.
Con la salida de Samid del proyecto, el Mercado quedó bajo la órbita exclusiva de Martínez y de su cuñada. Para ese momento, se hicieron fuertes las compañías privadas comprometidas con la construcción del nuevo centro de comercialización.
La primera de ellas es Patagonia Sunrise SRL. Se trata de la empresa que maneja el pabellón 9 del Mercado Central, en donde tiene su oficina central. Allí, tiene 4.000 m2 destinados a la venta con 16 rampas de descarga. Además, la compañía tiene sucursales en Cuyo, en la localidad mendocina de Godoy Cruz, y en el norte argentino. Desarrolla por otro lado un millonario negocio de exportación de frutas y verduras. Patagonia Sunrise SRL, fundada a comienzos del 2005, es dirigida por Sebastián y Héctor Edgardo Odetti, dueños del 90 y 10 por ciento de las acciones respectivamente. La empresa tiene una compañía melliza fundada en el año 2000 en el estado norteamericano de Florida, actualmente inactiva, denominada Patagonia Sunrise Inc., y cuyo titular es Damián H. Odetti. Esa empresa tiene dirección en el 169 de Flagler Street, en la ciudad de Miami.
A comienzos de septiembre del 2015, el Juzgado Nacional Comercial N°2, a cargo de Fernando Martín Pennacca, decretó la apertura del Concurso Preventivo de Patagonia Sunrise SRL. La empresa, según bases de datos del Banco Central de la República Argentina, posee más de 1.100 cheques rechazados sin fondos, por un monto estimado en $35.3 millones.
La segunda sociedad es Fruit Pack SRL, otra empresa familiar. Fundada a mediados de enero del 2009, es gerenciada por Sabrina y Elías Ricardo Bonfantino y también tiene un considerable volumen de negocios dentro del Mercado Central. También se dedica a la comercialización de productos frutihortícolas y fijó domicilio en la localidad de Villa Ballester.
Marta Balado |
Calvete, aparece además mencionado en la causa por el atentado contra la AMIA por haber sido detectado el día de la tragedia cerca del lugar junto con el militar experto en explosivos y oficial carapintada, Jorge Pacífico. Estos antecedentes no fueron un impedimento para que fuera invitado por la presidencia de la Nación para acompañar a la presidente Kirchner en su más reciente viaje a China.
Solicitud de habilitación cuando ya estaba construido el edificio |
Cuando la gestión de las empresas privadas se filtró a los medios y las sospechas de un negocio privado detrás del acuerdo entre el Mercado Central y el AABE se volvieron concretas, la Secretaria de Comercio intervino para salvar la situación.
Fue entonces que el Mercado de Colegiales pasó a ser presentado con más fuerza como parte de la Red de Comercios de Proximidad Com.Pr.Ar dependiente de la oficina de Augusto Costa. El Coordinador Nacional de ese proyecto, Santiago Fraschina, se hizo cargo de su defensa ante los medios. Santiago Fraschina es un militante de la Cámpora muy cercano a Kicillof, y venía de prestar servicios como segundo de la Superintendencia Nacional de Reaseguros.
Recordemos que el convenio original no le dio el terreno a la Secretaría de Comercio sino al Mercado Central y la aparición tardía del titular de Com.Pr.Ar requirió de un esfuerzo retórico importante para ser explicado.
Valor del m2 en CABA. Fuente: Zonaprop.com |
Considerando que se han construido al menos 700 metros cuadrados y que la Cámara Inmobiliaria Argentina estima que el valor de construcción por metro cuadrado en la ciudad se sitúa en por lo menos 500 dólares, debe existir alguna pista del origen de los fondos en los registros oficiales. Se trata de por los menos unos $3.32 millones solo en concepto de la instalación de la nave central. Y además, todavía resta explicar de dónde salió el dinero que financió la urbanización del resto del predio, la instalación de los interiores, los costos de los reclamos judiciales y de los trámites de habilitación. El Presupuesto Nacional para la Corporación Mercado Central en el 2015 solo le asigna algo más de 6 millones de pesos, por lo que es poco probable que se haya usado esa vía para pagar las refacciones del predio salvo que hubiera encontrado otros medios para pagar sueldo y otros gastos de operación.
Freiler y Ballestero levantan medida cautelar |
Por una mera cuestión de sentido común, el ambiente de Precios Cuidados no es el ideal para que las empresas arriesguen grandes cantidades de inversión, precisamente porque el programa tiende a disminuir los márgenes de ganancias de los comerciantes. De manera que, o bien podría especularse que esa ganancia no será espantada en el futuro si el emprendimiento es financiado por empresas privadas o que el negocio pasará por otra parte, como suponen los que creen que la aparición de una empresa inmobiliaria es una predicción sobre lo que esconde detrás de tanta polémica.Como dijo un arquitecto que envía a su hijo al colegio frente al Mercado: “Cuando consigan la rezonificación y deje de ser zona residencial, con los contactos adecuados tenés un negocio fabuloso y podes ganar una fortuna construyendo un edificio o un centro comercial”.
Mientras tanto, el Mercado de Colegiales espera su apertura, que dependerá de una habilitación municipal que por ahora no pareciera estar a la vista. El predio permanece vacío y con algún empleado solitario que vigila el lugar para evitar la depredación, como aquella que ocurrió meses atrás cuando un grupo de delincuentes saqueó el lugar luego de golpear al vigilante. El medidor de energía, aquella vez, no fue tocado.
El otro acompañante es un superhéroe que vigila desde afiches ploteados y colocados en las rejas exteriores. Es un curioso personaje dibujado con traje ajustado y capa que en apariencia patrulla para que los precios no aumenten. En esos carteles, se les recuerda a los que pasan por allí que “estamos ubicados en un predio fiscal que antes estaba sucio y abandonado”, que se trata de un mercado de “precios accesibles y productos frescos” y que el horario de carga de los camiones será de 22 hs a 8 hs, como no sucede en ningún otro sitio de la ciudad.
Un papel en el viento
Las investigaciones periodísticas dependen a veces de una dosis de suerte. Un miembro del equipo de(Eliminando Variables), tuvo la oportunidad de comprobarlo al visitar el predio para observar el avance de las obras.
El viento, bastante fuerte ese día, hizo volar una serie de papeles tirados en el patio exterior del mercado. Uno de ellos, tenía un isologo de una empresa aseguradora, que salió volando en dirección a la vereda de la calle Cramer.
Quiso la casualidad que fuera unPrograma de Seguridad para la obra de Cramer 474 presentado a la ART de La Caja. Se trataba del mismo lugar donde se construye el futuro Mercado de Colegiales. Por respeto a sus dueños, el papel fue devuelto al interior del predio, no sin antes sacarle algunas fotos para ayudarles a tener constancia en caso que vuelvan a perder su copia.
Lo curioso de aquel Programa de Seguridad es que fue contratado para la empresa Perelló – Siri SA con sede en la localidad mendocina de Godoy Cruz.
El contrato está fechado en diciembre del 2014 y aparece titulado como “Remodelaciones Varias- Obra Nuevo Mercado. De acuerdo a los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, fue contratado desde el 1 de mayo del 2012 al 30 de septiembre del 2015.
En el registro de contrataciones del estado no se pudo encontrar ningún rastro de un convenio, licitación o adjudicación oficial que haya beneficiado a la empresa Perelló-Siri SA para realizar tareas en el Mercado de Colegiales.
Eso sí, el papel tiene un interesante dato: el contratante de las refacciones y quien le pagó la ART a los empleados de Perello – Siri SA, vaya sorpresa, es Patagonia Sunnisc (Sic), una empresa privada inexistente que no figura en ningún registro oficial ni privado. Y si hubo un error de tipeo, el nombre de aquella empresa se parece mucho a la denominación de Patagonia Sunrise SRL, la empresa que nunca jamás tuvo nada que ver con el predio, según los funcionarios nacionales. Y lo que queda claro en el documento de la ART, es que el contratante no es el estado nacional ni ningún ente relacionado.
Ese papel en el viento y la casualidad quisieron que por fin, dentro de tanta irregularidad, comience a saberse que hay detrás de tanta épica de precios populares, una presidente demandante, el medidor robado y la cesión de un predio valuado en 7.7 millones de dólares. El que paga siempre espera una recompensa. Porque en materia de negocios el idealismo, como los superhéroes que bajan los precios, no existen.
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Fuente: http://www.eliminandovariables.com/2015/10/el-mercado-de-colegiales-un-capricho-de.html