miércoles, 15 de septiembre de 2010

La oposición no es un desastre

Ya es un lugar común castigar a la oposición, que a veces da motivos. Pero hay que mirar de cerca de los radicales, a los que se les puede cuestionar su capacidad de gobierno, pero no su experiencia política. En el interior de esa fuerza se está dando un debate interesante.

Los más astutos entienden que no es el seguidismo a la agenda de Clarín el mejor camino para enfrentar a Kirchner. Para graficar, menos indignación y escándalo al estilo Silvana Giudice y más política tradicional. Como la alianza que tejieron para unir a los abogados radicales y los de centro derecha, que les permitió recuperar un lugar clave en el Consejo de la Magistratura. Fue una movida con poca prensa, pero de gran proyección estratégica.Ahora acaban de sumar otros tres lugares, con la lista que encabeza por el camarista Ricardo Recondo, quien no casualmente fue subsecretario de Justicia de Ricardo Alfonsín. Controlar el organismo que designa y juzga a los jueces es política en serio. No hace falta abundar en lo inquietante que esa pelea puede ser para los Kirchner.

Mientras Kirchner humillaba a Scioli y ponía en crisis el corazón de su dispositivo electoral, Cobos y Alfonsín se abrazaban en Tucumán y los presidenciables del peronismo opositor se mostraban unidos en el hotel NH City. Ellos hoy están un paso atrás: no tienen candidato. 

Eduardo Duhalde sigue siendo el que mejor lee la política, pero tiene un problema de imagen serio. Problema del que Clarín ya tomó debida nota, en lo que acaso señala una diferencia importante en el tandem que hace con Techint, que sigue pensando en la fórmula Duhalde-Lavagna, si se trata de apostar por el lado del peronismo. Pero de nuevo, falta mucho.

Es tan errado vaticinar la derrota de Kirchner, como anticipar que la oposición seguirá eternamente confundida. La historia reciente demuestra que posiblemente cuando se acerquen las elecciones, ya sea por méritos propios o por imposición de la sociedad, se va a condensar la oferta opositora.

Números

Artemio López es un militante convencido del kirchnerismo. Imposible imaginar que forme parte del alguna conspiración. Semanas atrás, publicó en su blog, una de las críticas más despiadadas al entusiasmo del dispositivo oficial. Didáctico, señaló que para evitar el ballotage, el kirchnerismo debe remontar 10 puntos de la elección del 2009.

Explicó que el corazón de esa hipótesis requiere triplicar los votos obtenidos en los que denominó “el trípode de la muerte”. Capital Federal, Santa Fe y Córdoba, en los que el oficialismo sacó el 9 por ciento de promedio. Y eso, descontando una elección rondando los 40 puntos en la provincia de Buenos Aires. Si esto no ocurre, hay balottage. Nadie serio en el gobierno, piensa que el año que viene se ganará en primera vuelta.

En Santa Fe, el grueso del voto peronista está en manos del opositor Carlos Reuteman, quien posiblemente termine apoyando la candidatura de Jorge Obeid.


 En Córdoba, el peronismo aún con De la Sota está muy atrás del radicalismo y Luis Juez. Y hay que ver si De la Sota mantiene hasta octubre del año que viene su kirchnerismo clandestino. Y Capital Federal es para el oficialismo el desierto más inclemente ¿Qué pase de magia inventará Kirchner para triplicar sus votos en esos territorios hostiles?

Hoy cerca del 60 por ciento de la sociedad rechaza al oficialismo. Es difícil imaginar un escenario más favorable para la oposición. Esos son los números. Después esta la política. Pero así como Kirchner dio sobradas muestras de su talento para recuperar lo perdido, para sumar nuevos aliados, también se encarga de confirmar que la pelea con el campo no fue un mal sueño.

Esa pulsión por dinamitar la propia base electoral, la está reiterando con su hostigamiento a Scioli; y no es alocado preguntarse en cuantas mini 125 se embarcará de aquí a las elecciones.

Macri debera pagar por delitos de Lesa Humanidad, sentencia Judicial.

Ocurridos, bajo el gobierno del Gral. Peron.... Fallo inédito para reparar la matanza pilagá de 1947 Una masacre de lesa humanidad ...