miércoles, 6 de julio de 2011

Después de 8 años... datos.... no Discursos...







Cuando Digo que este gobierno continua el modelo de Menem... no es una frase hecha... es la realidad de las estructura económica de la Argentina... Ahora cuando me dicen que este ciclo K re-industrializo la Argentina.... no queda otra mas que callar y dejar que hablen los hechos..







La selección del actual Ministro de Economía, Amado Boudou, como compañero de Cristina Kirchner de cara a las próximas elecciones incorpora el "modelo de acumulación con matriz productiva diversificada e inclusión social" de lleno en la fórmula presidencial.

En la construcción teórica kirchnerista, este esquema se opone a uno de "naturaleza extractiva y exportadora, basado en la actividad agropecuaria y la minería". Estas actividades aprovechan ventajas comparativas estáticas y son poco intensivas en mano de obra. Y al transformarse en eje del crecimiento terminan configurando una economía desequilibrada: un sector extremadamente competitivo y orientado al mercado externo (generador de divisas) que convive con un escaso desarrollo de la industria y los servicios, con el consiguiente impacto negativo sobre la cantidad y calidad del empleo.

De acuerdo a esta visión, para evitar estos problemas es necesario promover fuertemente la actividad industrial y el mercado interno. Ello requiere que las divisas generadas por los sectores exportadores se utilicen para financiar la modernización del aparato productivo, mientras se lo protege y se le brindan políticas industriales activas que le permitan desarrollarse en su verdadero potencial.

No hay dudas de que la industria suele ser uno de los sectores que genera mayor empleo de calidad: en la Argentina sus salarios son 14% superiores al promedio y la informalidad es 13 puntos porcentuales menor que en el resto de las actividades. Adicionalmente, los precios de sus productos son menos volátiles en general, mientras que se trata de un campo fértil para la innovación y las mejoras de productividad.

Todo ello explica la correlación que parece existir entre el desarrollo industrial y la equidad distributiva. De hecho, en los últimos 36 años la desigualdad de nuestros ingresos se multiplicó por tres, coincidiendo con una perdida de importancia del sector industrial en el total de la economía, que paso de representar 40% del PBI a tan sólo el 15%. Se podría decir que recorrimos así un camino opuesto al de los países del sudeste asiático: su valor agregado industrial que en los 70 era similar al nuestro hoy es 16 veces superior.

Resulta, por ende, gratificante que el discurso oficial haga hincapié en un supuesto proceso de reindustrialización. Sin embargo, los datos distan de producir semejante satisfacción. La mega-devaluación de 2002 significó un súbito aumento de competitividad; y la industria, que desde 1998 había sufrido una caída acumulada de nada menos que de 27%, inició un período de crecimiento. Durante los primeros años, ese proceso mostró importantes cualidades, tales como un dinamismo superior al promedio de la economía, que se daba en casi todos los sectores, y con gran ímpetu en lo que a generación de nuevos puestos de trabajo se refiere: desde 2002 hasta 2007 el empleo industrial creció 36%, generándose nada menos que 400.000 puestos de trabajo formales.

Lamentablemente ese impulso inicial no sólo no bastó para cambiar nuestra estructura productiva, sino que se encuentra en una etapa de debilitamiento. Con el tiempo y la inflación, nuestra actividad industrial ha ido perdiendo la ventaja del tipo de cambio, que fue casi la única política industrial de los últimos años. El crecimiento se encuentra cada vez más concentrado en nichos cuya sostenibilidad depende de factores exógenos, en especial el automotriz, beneficiado por el adelantamiento del consumo local al que obliga el persistente aumento de precios y la fuerte apreciación de la moneda brasilera.

Así, la generación de empleo industrial prácticamente se estancó. De hecho, desde fin de 2008 hasta finales del año pasado se perdieron 16.000 puestos de trabajo netos, y hoy hay menos ocupados en el sector que en 1997.

Es cierto que en materia de exportaciones las manufacturas de origen industrial tuvieron una performance notable, aumentando las cantidades vendidas al exterior nada menos que 160% desde 2002. Y si bien ello triplica el incremento de otras exportaciones, un comportamiento similar tuvo lugar durante la década del 90. Ademas, nada menos que el 75% de ese salto está concentrado sólo en dos sectores: automóviles y productos químicos.

En el último lustro, las importaciones industriales vienen creciendo significativamente por encima de sus exportaciones. De esta manera, se ha generado en poco tiempo un déficit comercial intrasectorial que el ano pasado alcanzó la friolera de 24.000 millones de dólares, 6000 de los cuales corresponden al supuestamente exitoso complejo automotriz.

Ello significa que, en la Argentina actual, cada dólar que ingresa por exportaciones del complejo sojero se escapa debido al deficit comercial industrial. Se trata de una enorme paradoja para un "modelo de acumulación con matriz productiva diversificada e inclusión social" que pretende alejarse de la "naturaleza extractiva y exportadora" y propender hacia la reindustrialización. Y eso que aún falta que entre en juego el boom de exportaciones mineras que tendrá lugar en los próximos años.

Una de las principales causas de esta tendencia es la elevada inflación que esta afectando de manera creciente la competitividad industrial. Frente a este panorama, las trabas al ingreso de productos importados equivalen a intentar tapar el sol con las manos. La obligación para todo aquel que quiera importar de encontrar algo para exportar no tiene antecedentes en el mundo.

Los equilibrios comerciales no son individuales sino macroeconómicos, y para lograrlos es preciso implementar políticas adecuadas. La iniciativa de la Secretaria de Comercio es tan absurda como obligar a quienes viajan al exterior a traer a su regreso a un turista que gaste lo mismo que ellos afuera. Y aquí termino la columna porque es preferible no dar más ideas, a ver si termino teniendo que salir buscar interesados en visitar nuestro país por las calles de Madrid para poder emprender mi vuelta.

Macri debera pagar por delitos de Lesa Humanidad, sentencia Judicial.

Ocurridos, bajo el gobierno del Gral. Peron.... Fallo inédito para reparar la matanza pilagá de 1947 Una masacre de lesa humanidad ...