Y UN DÍA TUVIERON QUE PAGAR LA CENA (La Columna de Lanata en Libre 06-06)
Y un día tuvieron que pagar la cena. El norte del mundo refunfuña por su destino sudaca, y los ojos celestes se llenan de miedo. El tijeretazo al aguinaldo portugués es solo un botón de muestra: Lisboa comenzó recortando los salarios de los funcionarios públicos entre 3,5 y el 10%, y hubo luego una segunda oleada de recortes que llevó al exilio al gobierno de José Sócrates, el secretario general del Partido Socialista. Luego el Fondo Monetario anuncio recortes en educación (200 millones en 2012 y 175 millones en 2013), congelamiento de las jubilaciones mínimas y recortes en las que superaban los 1.500 euros. España comenzó a acercarse en Portugal: bajo 5% el salario de los funcionarios y recorto en 15 mil millones de euros el presupuesto nacional, congelo las pensiones para este año y termino con los 2.500 euros del “cheque bebe”, que había funcionado como estímulo estatal para los nacimientos. Irlanda lleva adelante un plan de eliminación de 25 mil puestos de trabajo de la administración pública, y bajo los salarios de los empleados estatales un 15% y las pensiones un cinco. En Francia el presidente Sarkozy finalmente logró imponer su plan para retrasar en dos años la edad de jubilación, y en Inglaterra el gobierno conservador de Cameron aprobó un recorte de 83 mil millones de libras en cuatro años, lo que implica reducir 500 mil puestos de trabajo en la administración pública y bajar en 20 mil millones de libras el gasto en políticas sociales. Grecia es el fantasma que nadie quiere ver: el gobierno de Papandreu elimino los dos aguinaldos de este año para todos los que cobren más de tres mil euros y los pensionistas cuyo ingreso sea superior a los 2500. Los griegos tienen como objetivo inmediato reducir un 25% la cantidad de funcionarios públicos y lograr 50 mil millones de euros privatizando sus empresas. El futuro del euro tambalea, y ningún recorte parece ser suficiente.
