Por ejemplo.. análisis de como mienten.... en un temita que para algunos era una pelotudez..
Sin dudas EL tema de debate de estas semanas fue el escándalo viviendas sociales-Schoklender-Fundación Madres-hacia el infinito y más allá. Celebro la aparición del tema porque permitió poner en la mesa una cuestión de la que se habla mucho por lo bajo, pero que suele quedar en la nada: la transparencia del gasto en obra pública.
Pero no nos engañemos, esto es solo la puntita de un iceberg gigante. Desde hace años existen denuncias y cuestionamientos a los mecanismos de asignación y la discrecionalidad del gasto en obras. Abajo les dejo un link para que vean, por ejemplo, informes de la diputada de la Coalición Cívica Fernanda Reyes al respecto.
Dado mi manifiesto interés en la problemática social, el tema vivienda me inquieta bastante. Acá, insisto: Schoklender “no es nadie”. El programa “Sueños compartidos” entregó cerca de 5 mil viviendas sociales. En el marco del Plan Federal de Vivienda se construyeron, desde 2003, 314 mil viviendas (no 800 mil como dijo Cristina, lo pueden chequear en la mismísima página de la Subse de Vivienda: www.vivienda.gov.ar).
Ya se habló bastante de presuntos sobreprecios. Yo quiero analizar sobre cómo se distribuye la construcción de las mismas. Nos gustaría que la asignación de las viviendas entre provincias estuviera en línea con las necesidades de cada población. Es decir, estaría bueno que en aquellas jurisdicciones con mayor déficit se distribuyeran más viviendas.
El déficit habitacional se calcula en base a las viviendas que necesitan ser reemplazadas más aquellas que necesitan refacciones (ejemplo: arreglar el techo). Análogamente existe el concepto de solución habitacional, que incluye no sólo la construcción de viviendas sino también las mejoras realizadas (aquí parte de la explicación del yerro de CFK). Me pregunto ¿cómo se distribuyó la cantidad de soluciones habitacionales en relación al déficit por provincia?
Utilizo información de soluciones totales (no uso terminadas para limpiar problemas de subejecución, que son de índole local) del Plan Federal de Vivienda entre 2003 y 2011. La comparo con el déficit habitacional de cada provincia previo a la implementación del plan (uso censo 2001). Resultado:
Yo veo dos cosas: a) disparidad enorme, b) asignación determinada por afinidad con el gobierno nacional. Que algunas pasen el 100% no significa mucho en sí, porque la demanda de vivienda crece año a año. Por el mismo motivo tampoco implica que se haya paliado la mitad del déficit que había (de hecho, mis cálculos me dan que se mantuvo constante). Para la b) hay algunas excepciones que se pueden analizar caso a caso (ejemplo: problemas de acceso al suelo en la Provincia de Buenos Aires), pero el patrón es muy claro.
A mi esta situación me resulta indignante. El derecho a una vivienda digna es uno de los más esenciales para el desarrollo humano. Pero parece que en este país predomina la economía política de ser del palo del que está al mando. No hay dudas que estos planes generaron muchos “Sueños compartidos”. El gran interrogante es de quienes…
